En el cosmos, la comunicación se realiza mediante lo que se conoce como el sistema de espejos, que permite que la energía fluya sin distorsión, inmaculada, manteniendo su timbre y su nota programática y arquetípica. Ya sea un planeta, un sistema solar, una galaxia o el cosmos en su conjunto, este sistema es el punto de equilibrio del propio universo. Es la garantía de que la Voz de lo Divino sea escuchada en cada rincón de su manifestación. Todos los demás sistemas de comunicación son falibles y es probable que sean interferidos por fuerzas antievolución, pero no el sistema de espejos. Es por esta razón que la Jerarquía sólo utiliza este sistema para sus comunicaciones.
Los espejos funcionan en dimensiones supramentales, y por lo tanto, no hay forma de que las interferencias de dimensiones inferiores puedan contaminar la comunicación. Se realiza de un corazón a otro, ya sea el corazón de la Galaxia o un ser humano.
En el planeta tierra hay varios de estos espejos de amplitud cósmica, que conocemos como centros intraterrenales y que en realidad no son más que válvulas que miden la voluntad de lo Divino, difractando esa voluntad en los colores necesarios para el cumplimiento del programa planetario.
Además de estos espejos más grandes, están los más pequeños que pueden, en muchos casos y en cantidades cada vez mayores, ser personas encarnadas que serán parte activa de este mismo programa.
Entre los varios linajes monádicos actualmente estabilizados en nuestro sistema planetario, hay uno muy específico que es el Linaje de los Espejos. Una persona que está siendo formada para ser un Espejo es un reflector de la Divina Voluntad para su entorno y, a partir de ese reflejo, un conductor directo de un corazón más grande a uno más pequeño.
Este es uno de los linajes más desafiantes para ser estabilizado en un ser humano ya que implica que cada persona se rinde completamente a la Gran Voluntad. Un espejo no pone nada propio en lo que irradia, no redirige, no manipula, sólo reflexiona sin ocuparse mentalmente de lo que se refleja. Es un instrumento para que cada persona pueda contactar directamente con su esencia Jerárquica o regencia.
Un ser espejo es alguien que tiene la capacidad, a través de su propia presencia, de enviar a cada individuo lo que necesita recibir, en la dosis exacta. El proceso ni siquiera pasa por la conciencia de los Espejos porque él sólo reflexiona. Es por eso que este es uno de los linajes más desafiantes a ser estabilizados ya que todos tenemos esta tendencia humana a apropiarnos de lo que no nos pertenece.
Si un espejo no es fiel a su linaje y se coloca como emisor, transmitiendo a los demás la idea de que lo que se está emitiendo proviene de él, no sólo estará creando para sí mismo un tremendo karma, sino que también involucrará a los receptores dentro de una cápsula hipnótica de la que apenas pueden salir.
Si entro en una habitación donde hay un Espejo y este Espejo no es fiel a su función, la onda de Amor que recibiré, y que se mezclará con el magnetismo personal de ese Espejo, me atará inmediatamente a él haciéndome creer que él es el emisor de esa onda. Pero este Amor que recibí no vino de esa persona como individuo, como él quiere que creamos, sino que vino a través de él como un espejo. Y este es el problema, porque será tan fácil ser engañado por esta persona, deleitarse con el Amor que pensamos que vino de él, cuando en realidad ese Amor que sentimos vino de nuestra propia Alma que se reflejó en el espejo que él es como una función.
Y si entendemos que todo mago negro fue alguna vez un espejo que se perdió, apropiándose de esta función para su propio beneficio, rápidamente percibimos el poder que está en juego en este tipo de comportamiento porque, como mencioné, habrá cada vez más espejos siendo formateados y se espera, por el bien de todos, que muchos de ellos sean capaces de estabilizar esta función para actuar como espejos plenamente consagrados y obedientes a la voluntad de lo Divino.
Un espejo totalmente formado y alineado con esa Voluntad, no pone nada de sí mismo en lo que emite, y así la energía no se mezcla con su magnetismo, permitiendo que cada persona reciba el Amor de su propia Alma o Jerarquía sin interferencia. Y esto sucederá de tal manera que la persona que recibe esta ola de Amor ni siquiera se dará cuenta de que fue ese espejo en particular el que permitió que este contacto ocurriera. El espejo en sí, si no está corrompido, también hará cualquier cosa para que esa persona se dé cuenta de que fue él, como espejo, quien permitió ese contacto. Todo se hace en el silencio de los que no quieren nada para sí mismos.
Es crucial en los tiempos que corren que seamos totalmente conscientes de cómo funciona este proceso, ya que cada vez se están formando más Espejos. Para que podamos comprender, sobre todo si la función Espejo se corrompe en el que emite, que la onda de Amor que recibimos no viene del espejo como persona, aunque esté mezclada con su magnetismo, sino que viene de nuestra propia Alma que se refleja en ese espejo. También, que aquellos que se perciben a sí mismos en el Linaje de los Espejos puedan entender que nunca deben poner nada personal en el proceso que pueda contaminar esta función; que ellos, como Espejo, sólo reflejen.
Y si he traído esta reflexión hoy es porque todo esto es muy sagrado.... ya no hay mucho tiempo -porque estos son los tiempos- para seguir mimando los dones que nos ha dado el Cielo.
Del libro Reflexiones Espirituales para una Nueva Tierra
https://www.pedroelias.org/es/libros