En el silencio interior, en la tierna expresión de esos momentos que apaciguan en nosotros todo cuando aprendemos a no resistir a la Vida, sino a fluir a través de ella con el tiempo y el espacio, dejando que la Vida sea vivida por nosotros, todo volverá a la nota clave de nuestra encarnación. Y entonces ya no será necesario luchar, imponer, buscar, porque allí, en el momento presente donde nada falta, el Universo hará todo para alimentarnos con su manifestación de Abundancia, Armonía y PAZ.